lunes, 27 de julio de 2009

DERECHO A COMUNICARSE

En un mundo que también debe respetar la intimidad

Con la organización de la Escuela de Ciencias de la Información de la Universidad Nacional de Córdoba se realizó ayer en el anfiteatro del Pabellón Argentina, la conferencia del Embajador argentino, Dr. Aldo Armando Cocca sobre “El Derecho a Comunicarse”.
Los conocimientos del disertante, que desde hace muchos años viene desempeñando una trascendente actividad en el campo de las comunicaciones sociales y el derecho espacial, hicieron que sus conceptos fueran seguidos con particular interés.

La visita del jurista a nuestra ciudad fue aprovechada por CÓRDOBA para dialogar sobre esa problemática y conocer así los aspectos fundamentales de la misma.

FUNDAMENTAL

“El derecho a comunicarse es una nueva dimensión personal y social de un derecho humano fundamental. En términos más precisos, el derecho a comunicarse es la relación hombre- hombre. Es decir, la comunicación en los dos extremos, del emisor al receptor y viceversa, pero poniendo el acento en la persona y no en las instituciones o el estado”. De esta forma el doctor Cocca definió a CÓRDOBA lo que se debe entender por “derecho a comunicarse”.Al respecto destacó que “en general los estados lo reconocen plenamente, pero no todos. Los países comunistas entienden que la persona no adviene a una categoría superior, sino que es dependiente del estado. Por lo tanto es a éste a quien le corresponden todas las prioridades y derechos”.

PROBLEMA


Posteriormente el doctor Aldo Armando Cocca destacó que este tema plantea a nivel internacional “un problema político de mayor envergadura”. Sobre el particular indicó que “desde la primera Asamblea General de las Naciones Unidas se intentó lograr una convención internacional sobre libertad de información. Lamentablemente este aspecto para muchos países no tiene sentido y no representa un principio jurídico o un principio del derecho internacional”.

Atendiendo a esta circunstancia, el embajador Cocca destacó que “el camino para instrumentar este derecho fundamental será largo y nada fácil. Pienso -destacó- que será una convención internacional de tipo global. Pero para que esta convención sea efectiva tiene que contar con el asentimiento de todos los estados. (…)

COMUNICARSE

(…) El Dr. Cocca puso énfasis en destacar que “no es lo mismo derecho a comunicar que derecho a comunicarse”. Los estados que tienen medios técnicos masivos de comunicación y en cierto modo el monopolio de la comunicación directa vía satélite sostienen que se tiene que hablar de comunicar, es decir se pone el acento en la posibilidad técnica. Dichos en otros términos –señaló- “sería la comunicación del emisor al receptor. Es decir del estado emisor a todos los otros estados, sin que se de interrelación de aptitudes, cultura, ideales; sin el proceso integrativo en general”. Nosotros, los restantes estados, hablamos de derecho a comunicarse porque ponemos el acento en la parte humana, en la subjetividad de este derecho.

Al analizar los elementos que componen el derecho a comunicarse, el Dr. Cocca destacó: “En la disertación que hemos tenido esta mañana en la Escuela de Ciencias de la Información se señalaron 10, que van desde el derecho a mirar al de seleccionar la comunicación. Estos no significan que sean todos. Son solamente elementos que concurren para la formulación de este nuevo derecho”. Al respecto el entrevistado destacó que “no debe confundirse a este derecho con el término libertad, ya que estas palabras tienen muchas acepciones, según sean los estados de que se trate. El derecho a comunicarse es una necesidad social, que va más allá de la libertad de información, mucho más allá de la libre circulación de la comunicación social o mucho más allá de la libertad de prensa”. No obstante el doctor Cocca destacó que la libertad de prensa “fue la primera de las libertades concernientes a la comunicación. Por ello hay que garantizarla, asegurarla y robustecerla”.

Posteriormente indicó que dentro del ámbito de las comunicaciones “hay una crisis del derecho, porque es una ciencia de muy lenta elaboración y por eso siempre fue a la zaga de cualquier evolución rápida de la tecnología con la única excepción del derecho espacial”.

En la parte final de la entrevista el jurista desestimó que “haya una colisión entre el derecho a informarse con el derecho a la intimidad”.
Al respecto señaló que “son dos esferas que se tocan, pero no se incluyen. Además entre las obligaciones correlativas del derecho a comunicarse la esencial es respetar el derecho a la intimidad”.


DIARIO CÓRDOBA. 1-12-1977- CBA- PÁG. 5